Este post está redactado sin animo de ofender o juzgar; sino que la idea es que nos lleve a una reflexión necesaria, para todo aquel que desee continuar avanzando en un camino de autocrecimiento y desarrollo personal.
Tiempos de bichos ¡impensable que ocurriera!
No ha sido fácil, no lo es y dependerá de varias cosas, pero, sobre todo, de la actitud de cada uno lo que sea de aquí en adelante.
Las consecuencias son innumerables, hay que darse cuenta que para cambiar de hábitos necesitamos 21 días, y ¡hemos transitado una cuarentena! ¿Qué has hecho durante estos 40 y pico de días? ¿Cómo te has sentido? ¡Podría ser determinante para tu futuro próximo!
¿Eres profesional? ¿A qué te dedicas? Y ¿realmente puedes predicar con el ejemplo?
¿Qué virtudes habitualmente presumes tener? Y ¿puedes ponerlas en práctica con tu entorno o contigo mismo en este momento?
Por ejemplo, si eres de las personas que dicen saber vivir solas y que llevan muy bien sus momentos de soledad, ¿te ha pasado en esta cuarentena has rayado la depresión por falta de contacto o te sientes muy mal porque no encuentras formas de llevar adelante tu vida?
O, quizá eres de los que creía que tenía una infinita paciencia, sin embargo, ya no puedes sostener más la convivencia familiar porque no aguantas tanta energía de los niños, ni tener que ir al único baño de la casa y encontrar que siempre está ocupado etc.
Pero, esto de observar qué Ser surgió de ti, no sólo es para ver como se caen esas supuestas “falsas virtudes” que creías poseer, sino que además sirve mucho de trabajo personal. Porque también la vida nos trae situaciones en las que tenemos que aprender a poner limites que quizá, hasta ahora no eran necesarios porque coincidas con el resto de la familia escasas horas durante el día.
También te puede pasar como a mí, que pensaba que ya con 3 hijos tenía muy trabajada la paciencia y pude ver que aún me falta, y además darme cuenta de los desafíos que me trae la vida, para arreglarme con lo que tengo y olvidarme de lo que tenía.
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Otra temprana lección que fue calando casi desde el principio de la cuarentena para mucha gente, fue el aprender a vivir más en el hoy, en el momento presente. Dado que la forma en que todo cambiaba tan rápidamente era tan intensa, que arrojaba más incertidumbre y hasta miedo para muchos.
Quizá más, para quienes están acostumbrados a planificar absolutamente todo, esto fue un cubo de agua fría, ya que la situación era desconocida y escapaba de nuestro control.
¿Cómo saber qué pasaría al día siguiente? O ¿La semana próxima? De hecho, al día de hoy tampoco lo tenemos claro, ni podemos planificar demasiado. Esto hace que tengamos que reducir nuestra vida al día de hoy y poco más allá; puede ser algo nuevo, pero también muy gratificante si nos damos cuenta de que esto es consciencia plena, presencia, meditación…
Aquí y ahora, es lo único que en verdad tenemos, lo que realmente importa. Y quizá, si conseguimos hacer que justo este momento sea pleno, y nos enfocamos en que así sea el siguiente y cada uno de los instantes del día, como si no hubiese mañana, obtendríamos la suma de muchos instantes de plenitud que darían como resultado un Ser Feliz, Sin Esfuerzo.
Si quieres cuéntame que persona surgió de tu Ser en estos tiempos de bichos…
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Post by Verónica Alva
//Actualizado al 7/5/20
