Las personas místicas presentan características peculiares, que en muchas ocasiones son incomprendidas por el entorno.
La personalidad de un ser místico
Pueden ser juzgadas como seres poco sociables, introvertidos, no gustan de meterse en la vida de otros y menos aún, sentirse invadidos o que de algún modo se les coarte la libertad.
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Y, es que no suelen ser personas demasiado ambiciosas, aceptan lo que tienen y de alguna forma saben que lo que tenga que llegarles vendrá sin sacrificio, simplemente su sabiduría interior, a la que suelen escuchar y estar muy conectados, les dice que continúen haciendo lo que crean necesario y todo estará bien.
Ese carisma de tranquilidad y paciencia hace que a la hora de escoger un sitio para vivir, éste sea apartado de las grandes ciudades, rodeados de naturaleza y sobre todo de paz, algo que un ser místico valora muchísimo, porque su mundo espiritual es tan intenso como diverso.
Esto último nada tiene que ver con profesar una religión en particular, sino con ese sentir de conexión con el todo que tiene y que, por lo general está vinculado a otros sentidos y virtudes como la mediunidad, videncia, el poder de canalizar y otros.
¿Místico o chamán? Un poco de ambos
En el ser místico hay mucho de chamán porque no sólo tienen un poder de auto sanación altamente efectivo, sino que además su instinto les lleva a estar en pleno contacto con hierbas y plantas de todo tipo, ya sean curativas o simplemente de ornamentación, porque para ellos son más que un simple adorno, son capaces de sentir su energía y de hecho las consideran una fiel compañía, como si fueran mascotas.
Los conflictos, las opulencias y la extravagancia están muy lejos del gusto de estas personas; sin embargo, disfrutan de lo simple, del día a día del hecho de poder fluir con los tiempos, sin que nada ni nadie les imponga ningún tipo de responsabilidad.
Cuando el místico ha desarrollado su potencial o es un alma vieja, sabe muy bien lo que tiene que hacer, y aunque no son personas prepotentes ni agresivas, si es cierto que son determinantes en sus decisiones , tienen un gran carácter producto de su fuerza interna.
A estos místicos no hay forma de imponerles nada, como alguien intente hacerlo, lo único que conseguirá será alejarla, de alguna forma es una especie de rebelde que cuanto más uno quiera acercarse, poseerla o convencerla de algo, más invadida se sentirá y es probable que rechace todo contacto futuro o que en su lugar, ya nada vuelva a ser como antes.
Sin embargo, si el místico es un alma nueva o bien está en una evolución temprana, puede que se deje manipular, engañar y hasta sea objeto de vampiros energéticos; porque si hay algo que tiene un ser místico, es que la empatía le sale por los poros, es tan empático como buen confidente.
Por último, prevalece en ellos la independencia y un ritmo exclusivo que no desean que nadie rompa. Tienen su particular forma de hacer las cosas y no esperan nada de nadie.
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Feliz día!
Post by Verónica Alva
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